El diseño, que garantiza la suficiencia de recursos y promueve la eficiencia del sistema, permitirá inyectar 14M€ este año para proyectos estratégicos.
El Consejo de Gobierno ha aprobado el nuevo modelo de financiación de las universidades públicas andaluzas para el periodo comprendido entre 2023 y 2027, un instrumento que recoge los principios y criterios generales que guiarán la asignación anual de los recursos autonómicos dirigidos a estas instituciones académicas. Ese marco de distribución diseñado por la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación garantizará la suficiencia financiera del sistema, atendiendo a las
particularidades de cada una de ellas; y les dará certidumbre para que puedan organizar su planificación a medio y largo plazo.
La nueva herramienta plurianual, que se aplicará a las diez universidades públicas, incluye, como novedad, la evaluación y verificación permanente de los resultados que obtengan dichas instituciones a partir de los objetivos marcados, con el fin de lograr la eficiencia y la equidad del sistema, además de una mayor adecuación a las necesidades y singularidades.
Este documento de bases se completará, posteriormente, con una segunda parte compuesta por un conjunto de reglas de cálculo en virtud de las cuales se determinará en cada ejercicio presupuestario la financiación correspondiente a las diez
universidades. La Consejería de Universidad ya está trabajando en la concreción de estas variables y la previsión es que esa formulación pueda estar finalizada en octubre. Además, por primera vez y con el objetivo de asegurar un marco estable, se ha
establecido una cláusula de salvaguarda, a aplicar en los cinco años de vigencia del modelo, con la que se garantizará a estas instituciones académicas los mismos recursos recibidos en el ejercicio anterior más el incremento de las retribuciones salariales de su personal -perteneciente al sector público- acordado por la Administración general.
El modelo entrará en vigor a partir de 2023, aunque su ejecución será parcial puesto que los fondos ya se han asignado en su mayoría. La norma aprobada por Consejo de Gobierno determina específicamente que la cuantía que se abonará al sistema en el último cuatrimestre se destinará en su totalidad a cubrir los gastos de personal y de funcionamiento y a impulsar proyectos estratégicos del sistema universitario.
El nuevo diseño reconoce la contribución decisiva de las instituciones universitarias públicas andaluzas al crecimiento del PIB regional, a través de su investigación, su transferencia del conocimiento y su implantación territorial. Por ello, contempla que las transferencias de la Junta con destino a la educación superior deberán adoptar una senda de crecimiento sostenido que permita alcanzar hasta 2027 el 1% del PIB.
Actualmente, ese esfuerzo presupuestario representa el 0,97% sólo de financiación básica, que alcanza el 1% con los proyectos estratégicos.
Este instrumento sustituye al modelo aprobado para el periodo 2022-2026, cuya implantación coincidió con unas circunstancias económicas excepcionales en la esfera internacional, lo que generó una serie de desviaciones que han sido necesarias corregir.
El primer esquema se aprobó para la horquilla 2002-2006, al que le siguió el definido para los años 2007-2011, un documento que se fue prorrogando hasta 2016. Desde ese ejercicio hasta la anterior legislatura Andalucía ha carecido durante años de unas directrices de asignación planificadas y actualizadas.