Investigan a los presuntos autores de delitos de intrusismo, falsedad documental y maltrato animal.

La Guardia Civil, concretamente componentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Comandancia de Jaén,
en el marco de la Operación “Falsanova”, han procedido a la investigación de 7 personas por supuestos delitos de intrusismo, falsedad documental y maltrato animal.

Componentes del Seprona comenzaron las investigaciones en mayo del presente año, a raíz de una denuncia por la muerte de tres cachorros de perro, supuestamente como consecuencia de la inoculación de vacunas por parte de su propietario, sin supervisión veterinaria.

El propietario de los cachorros compró las dosis de vacunas de parvovirus y moquillo para sus perros, en una farmacia de un municipio de la provincia de Jaén, para cuya adquisición supuestamente no precisó la correspondiente receta veterinaria.

Agentes del Seprona realizaron una inspección en la Farmacia donde se adquirieron los medicamentos, al objeto de constatar la correcta conservación de los mismos, determinar la trazabilidad del lote de la vacuna inoculada a los cachorros, así como supervisar la documentación relacionada, a fin de realizar un estudio de los fármacos adquiridos y dispensados en el establecimiento.

Como resultado de la inspección, se detectaron irregularidades en la documentación aportada por la farmacéutica, detectándose otros posibles casos de adquisición de medicamentos veterinarios sin receta por parte de otros particulares, así como irregularidades en la expedición de diversas recetas veterinarias.

La Operación “Falsanova”, se ha saldado con la investigación de siete personas. Cuatro por supuesto delito de falsificación de documento oficial, entre las que se encuentra la farmacéutica titular del establecimiento, por solicitar a varios profesionales la prescripción de recetas veterinarias, con el fin de poder justificar anteriores dispensaciones irregulares de los medicamentos; así como dos veterinarios de la provincia de Granada y uno de Jaén, por facilitar la prescripción de referidas recetas, siendo alteradas las fechas de expedición para que fueran coincidentes con las de dispensación irregular de los medicamentos veterinarios.

Otras tres personas han sido investigadas por supuesto delito de intrusismo profesional, correspondiendo con los propietarios de los perros que adquirieron los medicamentos sujetos a prescripción veterinaria sin la correspondiente receta e inocularon los fármacos a sus animales, careciendo de la titulación requerida y sin supervisión veterinaria. Así como uno de los
anteriores también ha sido investigado por supuesto delito de maltrato animal, consecuencia de la muerte de tres de sus cachorros, tras administrarles las vacunas.