Los detenidos, una mujer de 43 años y un varón de 52 vecinos de la ciudad, ambos con antecedentes por hechos similares, se dedicaban a la guarda, custodia y venta de la sustancia estupefaciente en los dos puntos

Se trataban de “narcopisos”, donde la función principal era consumir droga en el lugar aunque uno de ellos también estaba destinado a guardar la misma

A la entrada de las viviendas, los agentes se toparon con resistentes medidas de seguridad: doble puerta con entrada antiocupa y marcos reforzados con ferralla empotrada en las paredes

La “Operación Rambla” ha culminado con la intervención de 46 grs de cocaína, 22 de heroína, 10 grs de hachís y 25 comprimidos de tranxilium  

Agentes adscritos al Grupo de Estupefacientes, pertenecientes a la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Policía Nacional de Jaén, han puesto punto y final a un trasiego continuo de personas a altas horas de la madrugada en dos narcopisos situados en Jaén, los cuales eran regentados por los detenidos, una mujer de 43 años de edad y un varón de 52, ambos con una variedad de antecedentes a sus espaldas de todo tipo, haciendo funciones de guarda, custodia y venta de la sustancia estupefaciente en los dos puntos. A la espera de la detención del “cabecilla” de la banda, un varón de 32 años de edad que sería quien llevara el control de los pisos, cerciorándose a través de fuertes medidas de seguridad -videocámaras y altavoces instalados en los puntos- que los detenidos hacían su trabajo.

La llamada “Operación rambla” culminó con la realización de las dos entradas y registro en ambas viviendas, donde los agentes se encontraron con dobles puertas a la entrada, dificultando así el acceso a los mismos y con marcos reforzados con ferralla empotrada en las paredes, en las cuales intervinieron un total 70 gramos de droga, dividida en cocaína, heroína, hachís y varios comprimidos de tranxilium, cantidad que, una vez mezcladas y añadiendo sustancias de corte para aumentar el rendimiento podrían llegar a triplicar el valor de venta. Los detenidos fueron puestos a disposición de la Autoridad Judicial competente.

Continuos robos, daños en los bloques donde se encontraban situados los narcopisos así como en los alrededores, insalubridad y un gran trasiego de gente a deshoras que iba a acompañado de ruido y en general, un calvario que dificultaba la convivencia entre el resto de ciudadanos, fueron los desencadenantes para que los agentes destinados en el  grupo de estupefacientes, durante poco más de dos meses se enfrentaran a una complicada investigación al objeto de restaurar la pacífica convivencia en una zona de la ciudad

Entre las funciones principales de los investigadores destinados en la unidad, se encuentra la de captar información relacionada con actividades ilícitas que se pudieran estar desarrollando en las calles de la ciudad, más específicamente, investigar a personas que se estuvieran dedicando a traficar con sustancias estupefacientes y demostrar su participación activa de el desarrollo de esta actividad

De esta forma, los agentes tras continuas vigilancias y seguimientos a determinadas personas que son conocidas dada su experiencia, que pudieran estar regentando dos viviendas que estarían sirviendo de narcopisos, es por lo que inician un arduo camino en aras a confirmar verdaderamente el uso de las viviendas.

Durante la fase de investigación, los agentes confirmaron que se trataría un grupo de tres personas, siendo el cabecilla el  responsable de las dos viviendas  y teniendo bajo su cargo a los dos detenidos, quienes estarían controlando los dos narcopisos, funcionando ambos como punto de venta de sustancias estupefacientes y de consumo además de uno de ellos, también se estaría utilizando para custodiar pequeñas cantidades de diferentes tipos de droga.

Los agentes confirmaron las fuertes vigilancias que tomaba el cabecilla para el control de la venta de la sustancia estupefaciente, para lo cual había instalado videocámaras y altavoces en las viviendas.

Una vez confirmado la actividad que se estaría llevando a cabo en las viviendas, los agentes llevaron a cabo la explotación de la operación con la entrada y registro de ambos narcopisos, encontrándose a la entrada con férreas medidas de seguridad a la hora de acceder a las mismas, pues los pisos tenían doble puerta antiocupa a la entrada y los marcos estaban reforzados con ferralla empotrada en las paredes.

Una vez en el interior y ejecutado el registro, los agentes detuvieron a la pareja que regentaba las viviendas, quedando pendiente de detener al “cabecilla” del grupo, interviniendo 46 grs de cocaína, 22 de heroína y 10 grs de hachís, así como 25 comprimidos de tranxilium, reseñando que esta cantidad de sustancia estupefaciente en el mercado ilícito sin ningún tipo de corte superaría los 4000€, triplicando este valor una vez mezclada y añadiendo sustancia de corte para aumentar el rendimiento.

Los detenidos fueron puestos a disposición de la Autoridad Judicial  competente.