Las Peñas taurinas de la Ciudad de Linares, en reunión celebrada el día 3 de septiembre de 2024 en el hotel “Cervantes”, ante lo acontecido el pasado día 28 de agosto en nuestra plaza de toros, que llevaron a la situación de que el torero Curro Díaz tuviese que hacerse cargo de la corrida por el abandono de los compañeros de cartel, y ante las informaciones falsas, sesgadas y ofensivas por parte de medios de comunicación taurinos y generalistas.

Manifiestan:

1º.- Que el prestigio de la “Plaza de toros de Linares”, está por encima de avatares personales, económicos o profesionales de taurinos que quieran imponer sus criterios a la hora de tomar decisiones que sólo corresponden a las personas designadas para tomarlas

.
2º.- Que los artículos publicados en Mundotoro.com, en ABC, artículo de Jesús Bayort, entre otros; relativos a los hechos acontecidos en la plaza de toros en la jornada del 28 están cargados de falsedades, tergiversaciones, y lo que es peor, comentarios ofensivos contra nuestra máxima autoridad local, la alcaldesa, contra el presidente y los veterinarios de la plaza de toros, y de paso también, contra los propios aficionados.

3º.- Que los hechos objetivos que sucedieron en las operaciones de pesaje y reconocimientos de las reses desembarcadas son los reflejados en el acta oficial redactada por el delegado Gubernativo. Donde se relatan los hechos que luego no son tenidos en cuenta por los redactores de las noticias referidas. Y que no hay por qué creer más a las declaraciones del ganadero o de los banderilleros -como personas implicadas- que, a las realizadas por el funcionario encargado, delegado de la Autoridad o del presidente que debe hacer cumplir el Reglamento, Autoridad del festejo. No ha habido más falta de respeto, ni mayor, que la de negarse a aceptar las decisiones de la Autoridad, ni los dictámenes de los veterinarios, que reglamentariamente ejercen sus funciones.

4º.- Que el “Trofeo Manolete”, tiene unas bases para su concesión y que la única intención a la hora de declararlo desierto fue precisamente la de cumplirlas. De tal modo que el artículo 6 dice “…el jurado fallará… a favor del diestro que, a su juicio, realice la mejor y más completa faena, teniendo en cuenta el trapío y demás características del toro”. Lo que viene a decir que el Trofeo Manolete requiere una faena ante un toro con el trapío que merece la plaza de toros de Linares. Los toros eran útiles y la actuación de Curro estuvo por encima de la calidad de los toros. Pero no existió el toro ni la faena que dice el reglamento del propio premio. El premio es a una faena, no a una actitud heroica, torerísima, valiente y ejemplar, como la demostrada por Curro Díaz esa tarde, y que es digna de un reconocimiento institucional y público de la sociedad linarense y que debe hacerse efectivo a la mayor brevedad. Un reconocimiento superior, que no se limite a los méritos, aspectos y ámbitos taurinos.

5º.- Que, sin entrar en los detalles ni valoraciones ni a juzgar lo acontecido en los corrales, que corresponde a los organismos encargados de hacerlo, sancionando lo sancionable, lo que las peñas taurinas de Linares no vamos a permitir es que, por informaciones tendenciosas y falsas, se vea perjudicado o se ponga en cuestión el prestigio de nuestra plaza, de nuestra ciudad, de nuestras instituciones con el Ayuntamiento a la cabeza, ni de los aficionados locales y de toda la comarca.

6º.- Que lo verdaderamente cierto y contrastado de esa jornada es que dos matadores de toros, irresponsablemente, y sin explicaciones, dejaron abandonados a los linarenses y a miles de aficionados que vinieron de todas partes a los toros de Linares. Y que fue otro torero, Curro Díaz, precisamente de Linares el que se echó la corrida a cuestas y salvó la corrida, la feria y la historia de una de las plazas de toros más significativas de España y del mundo.

7.- Que más allá de la concesión del premio y de la calidad y el mérito taurino del maestro Curro Díaz, está la gesta humana y valerosa, y la actitud noble y generosa para con su ciudad, para con su gente, para los aficionados de Linares y para los venidos de toda la provincia y de España y para con la Fiesta de los toros en general, salvando no solo la corrida, sino la feria de Linares y la dignidad de la propia ciudad.