Dos mujeres y un hombre de entre 35 y 45 años de edad, españoles y con antecedentes el varón, como presuntos autores de de falsificación documental y usurpación de identidad.

El propietario de la farmacia dio la voz de alarma al detectar una serie de recetas de la Entidad Isfas, las cuales podrían estar falsificadas habiéndose dispensado con ellas desde su farmacia medicamentos destinados en su mayoría para aumentar la masa muscular.

Los tres trabajaban de forma estructurada para abarcar todo el camino que englobaría desde apoderarse del talonario de recetas hasta dispensar de forma fraudulenta los medicamentos desde la farmacia.

La empleada de la farmacia – detenida-, además de confeccionar las recetas fraudulentas, entregaba medicamentos sin receta, se apropiaba indebidamente de diferentes medicamentos o incluso alteraba el documento “Receta XXI”.